Salsa de tomate

salsa de tomate

La salsa de tomate casera es deliciosa, es el complemento ideal para acompañar muchos platos como el pisto manchego. Aquí tienes algunas recomendaciones y pasos para prepararla:

Recomendaciones:

Para obtener una buena salsa de tomate casera debes tener en cuenta lo siguiente: 

  • Consistencia: Cocina más tiempo para espesar, agrega agua para hacerla más líquida.
  • Conservación: Puede refrigerarse en tarros de vidrio por hasta cuatro días o congelarse.
  • Personalización: Añade cebolla, pimiento, orégano, albahaca o guindilla según tu gusto.

Preparación:

Ingredientes: 

Utiliza tomate pera o tomate triturado. Si usas tomate entero envasado, no incluyas el líquido.

Paso a paso:

  1. Pela los tomates o prepáralos con piel bien lavada y córtalos en cuartos.
  2. Cocina tomates con aceite de oliva a fuego fuerte hasta que hiervan, luego reduce el fuego.
  3. Añade sal, azúcar y laurel, cocina a fuego lento por dos horas, removiendo ocasionalmente.
  4. Pasa la salsa por un pasapuré para quitar piel y semillas.

Rendimiento:

  • Dos kilos de tomates producen alrededor de un kilo de salsa.
  • La salsa puede refrigerarse por cuatro días o congelarse, manteniendo su sabor y textura.

Esta salsa puede usarse para muchas recetas, como piruletas de pollo con salsa de tomate.

 

Receta de Salsa de Tomate Casera

La salsa de tomate casera es una delicia que transforma cualquier plato en una experiencia gastronómica sublime. Desde su aroma durante la cocción hasta su sabor intenso y versátil, esta salsa es el complemento ideal para una amplia variedad de recetas, como el clásico pisto manchego, pastas, pizzas y muchas más. A continuación, te guiaré paso a paso para que prepares una salsa de tomate casera perfecta, basada en mi experiencia y en las mejores prácticas de cocina.

Ingredientes 

Para preparar una salsa de tomate casera, necesitarás los siguientes ingredientes básicos:

  • 2 kg de tomates pera o tomates triturados
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de sal
  • 1 cucharada de azúcar (para balancear la acidez)
  • 1 hoja de laurel
  • Opcional: cebolla, pimiento, orégano, albahaca, guindilla

Paso a paso para preparar la salsa de tomate

Preparación de los Tomates

  1. Pelar y Cortar los Tomates: Si utilizas tomates frescos, es recomendable pelarlos para obtener una textura más suave. Para pelarlos fácilmente, haz una pequeña cruz en la base de cada tomate y escáldalos en agua hirviendo durante 30 segundos, luego pásalos por agua fría y la piel se desprenderá sin esfuerzo. Si prefieres, también puedes usar tomates con piel bien lavada.
  2. Cortar en Cuartos: Corta los tomates en cuartos, eliminando el exceso de semillas si lo deseas.
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Cocción de la salsa

  1. Calentar el aceite: En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto.
  2. Añadir los tomates: Agrega los tomates cortados a la cazuela y cocina a fuego fuerte hasta que comiencen a hervir.
  3. Reducir el fuego: Una vez que los tomates estén hirviendo, reduce el fuego y añade la sal, el azúcar y la hoja de laurel. Cocina a fuego lento durante aproximadamente dos horas, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo.
  4. Pasar por el pasapuré: Una vez que los tomates estén bien cocidos y hayan soltado todo su jugo, pasa la mezcla por un pasapuré para eliminar las pieles y semillas, obteniendo una salsa suave y homogénea.

Ajuste de consistencia y sabor

  1. Consistencia: Si prefieres una salsa más espesa, continúa cocinando a fuego lento hasta alcanzar la consistencia deseada. Si está demasiado espesa, añade un poco de agua.
  2. Ajuste de sabor: Prueba la salsa y ajusta la sal y el azúcar según tu gusto. Puedes agregar otros condimentos como orégano, albahaca o una pizca de guindilla para darle un toque especial.

Consejos para personalizar tu salsa de tomate

La salsa de tomate es increíblemente versátil y se puede personalizar de muchas maneras para adaptarse a tus preferencias y a la receta que estés preparando. Aquí tienes algunas ideas:

  • Cebolla y pimiento: Sofríe una cebolla picada y un pimiento antes de añadir los tomates para un sabor más complejo.
  • Hierbas aromáticas: Añade orégano, albahaca fresca, tomillo o romero durante la cocción para una salsa más aromática.
  • Toque picante: Incorpora una guindilla o un poco de pimentón picante para darle un toque picante.
  • Ajo: Sofríe unos dientes de ajo junto con los tomates para un sabor más profundo.

Conservación y Almacenamiento

Para conservar tu salsa de tomate casera y disfrutarla durante más tiempo, sigue estos consejos:

  • Refrigeración: Guarda la salsa en tarros de vidrio herméticamente cerrados y refrigerada. Se conservará bien por hasta cuatro días.
  • Congelación: Si quieres almacenar la salsa por más tiempo, puedes congelarla. Divide la salsa en porciones y colócala en recipientes aptos para congelador. La salsa de tomate casera se mantiene en buen estado en el congelador durante varios meses sin perder su sabor ni su textura.
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Usos y recetas con salsa de tomate casera

La salsa de tomate casera es extremadamente versátil y puede ser utilizada en una amplia variedad de recetas. Aquí tienes algunas ideas para aprovechar al máximo tu salsa:

  • Piruletas de pollo con salsa de tomate: Utiliza la salsa de tomate como base para un delicioso plato de piruletas de pollo.
  • Pasta: Mezcla la salsa con tu pasta favorita y un poco de parmesano rallado para un plato simple pero delicioso.
  • Pizza: Extiende la salsa sobre una base de pizza antes de añadir los ingredientes y hornear.
  • Pisto manchego: Añade la salsa a tu receta de pisto manchego para un toque extra de sabor.
  • Sopa de Tomate: Diluye con un poco de caldo de verduras para hacer una rica sopa de tomate.

Beneficios de preparar tu propia salsa de tomate

Hacer tu propia salsa de tomate tiene numerosos beneficios:

  • Sabor superior: La salsa de tomate casera tiene un sabor mucho más fresco y rico que las versiones comerciales.
  • Control de ingredientes: Puedes controlar exactamente lo que entra en tu salsa, evitando conservantes y azúcares añadidos.
  • Versatilidad: Puedes personalizar la salsa según tus gustos y necesidades dietéticas.
  • Economía: Es una manera económica de utilizar tomates frescos, especialmente cuando están en temporada y son más baratos.

Conclusión

Preparar salsa de tomate casera no solo es una manera de mejorar tus comidas con un sabor fresco y auténtico, sino que también te permite experimentar y crear versiones personalizadas que se adapten a tus gustos y necesidades. Con los consejos y la receta proporcionada, estás listo para hacer una salsa de tomate deliciosa que puede elevar cualquier plato a un nivel superior. ¡Disfruta de la cocina y de los increíbles sabores que puedes crear con tus propias manos!

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